Lleva tu copa menstrual a la playa, la piscina y tus excursiones de verano sin miedo. Si bien los tampones fueron la primera alternativa para disfrutar de la playa y la piscina, sus beneficios no superan a sus inconvenientes. Los tampones contienen muchos blanqueantes y tóxicos como el rayón que están en constante contacto con nuestro cuerpo. Además, a parte de absorber el flujo menstrual, también hace el mismo efecto con la humedad natural de la vagina lo que puede provocar sequedad, pequeñas heridas y derivar en infecciones. Se suma, también, que el cordón del tampón absorberá todo aquello que tenga el agua (y ya sabemos que no siempre está muy limpia).
Tampoco hay que olvidar que dejar los tampones mucho tiempo mojados favorece la aparición de bacterias por lo que es importante cambiarlo siempre que sea posible al salir del agua. Lo mismo ocurre con el traje de baño, no debe pasarse mucho tiempo con prensas húmedas en la zona vaginal. ¿Qué sucede con la copa menstrual?
¿Puedo bañarme con la copa menstrual?
Hay muchas dudas acerca del uso de la copa en la playa o la piscina. La copa menstrual si está bien colocada y ha hecho el efecto vacío, impide que el agua entre por lo que en ningún caso se desbordará la copa. Es por eso que la convierte en la mejor alternativa para las jornadas estivales. También puedes nadar y realizar deportes acuáticos sin problema, como siempre decimos es todo terreno, también en verano.
Los días en que el flujo no sea demasiado abundante te durará hasta 12 horas por lo que incluso podrás esperar a llegar a casa para cambiarte o aprovechar la hora de la comida en el chiringuito. En el caso de las excursiones, pasa igual. Si planeas una excursión con diferentes fases, la copa te da libertad para hacer etapas más largas que las compresas o los tampones.